Estos monos torpes se van haciendo chichones muy grandes uno tras otro. El doctor tiene muy mala leche, vamos, que se enfada mucho. La mamá no les dice a los monitos que dejen de saltar en la cama... Por eso, siguen saltando y dándose golpes. Me extraña que no destrocen la habitación y que no se rompa la lámpara que se ha caído antes.
GUILLE
No hay comentarios:
Publicar un comentario